Si bien esta elección es compleja y puede estar sujeta a varios aspectos técnicos para los usuarios más exigentes, hay unas características básicas que pueden orientarlo a la hora de escoger un buen parlante.
En el mundo de los dispositivos de audio, como en el de cualquier segmento de tecnología de consumo, cada día hay una oferta más robusta de equipos, nuevos desarrollos y especificidades, y, claro, más de un fabricante dispuesto a satisfacer la demanda.
Uno de los términos básicos con los que debe familiarizarse es la potencia RMS, que no es igual a la potencia pico. La RMS (Root Mean Square, en inglés) indica cuánta potencia continua o promedio puede emitir el altavoz sin que se distorsione el sonido, mientras que la potencia pico (peak power) es el nivel de potencia más alto que puede manejar. Esta última se mide en intervalos extremadamente cortos, pues no es una potencia que se pueda sostener sin que se dañe el equipo.
Por lo anterior, es importante que siempre se fije en la potencia RMS, pues es un valor más diciente y comparable. Aunque este dato, expresado en vatios (W), le permite comparar equipos, una potencia alta no necesariamente se verá reflejada en un mayor volumen o una mejor calidad de sonido, pues entran a jugar otras variables como la impedancia, el rango de frecuencia, la direccionalidad del sonido, e incluso, los materiales.
Si lo que busca es contar con un buen sonido al momento de escuchar música en su sala, podría invertir en barras de sonido. Estos dispositivos le sacan provecho al audio del televisor o pc, no ocupan mucho espacio y pueden conectarse a otros dispositivos. Son una opción que, en términos de tamaño, podrían estar en la mitad entre un equipo fijo y menos portátil y uno más pequeño y con menor desempeño (pero que puede meterse en un morral, por ejemplo).
En el segmento de barras de sonido hay varios equipos de todas las gamas, dependiendo del presupuesto y las necesidades del usuario. Si quiere una calidad básica, puede optar por sistemas de sonido 2.0 y 2.1, que son más económicos y realzan el sonido del televisor sin mayores modificaciones.
Si en cambio se busca un sonido estéreo y envolvente, expertos recomiendan inclinarse por sistemas 5.1 e intentar que venga con un subwoofer incorporado, lo que realzará los bajos y le dará fuerza a la banda sonora que se esté reproduciendo. También sube los precios de compra y, en cierta medida, las complejidades de instalación (suelen requerir más espacio, por ejemplo):
Asegúrese también de que la barra admita varios formatos de audio y cuente con conexión HDMI, esencial para poder conectarla a la mayoría de televisores del mercado. También resultará bastante útil que cuente con conexión Bluetooth y entradas como el ‘Jack’ de 3,5mm para conectar celulares, aunque todo depende de sus necesidades.
Actualmente hay varias empresas que venden conjuntos de cine en casa compuestos por una barra de sonido, altavoces de suelo y uno o más subwoofers para garantizar un sonido envolvente. Es una alternativa más práctica y fácil de instalar que algunos sistemas de sonido clásicos.
Aunque probablemente los más gomosos se inclinaría por tener un receptor A/V (que procesa las señales de audio y video y varía el balance de tonos graves y agudos) más un conjunto de altavoces de calidad. Esta última opción entrega más control y posibilidades de manipulación del sonido, pero también sube considerablemente los precios y requiere de un usuario que sepa qué quiere y cómo lograrlo.
En el mundo de los dispositivos de audio, como en el de cualquier segmento de tecnología de consumo, cada día hay una oferta más robusta de equipos, nuevos desarrollos y especificidades, y, claro, más de un fabricante dispuesto a satisfacer la demanda.
Uno de los términos básicos con los que debe familiarizarse es la potencia RMS, que no es igual a la potencia pico. La RMS (Root Mean Square, en inglés) indica cuánta potencia continua o promedio puede emitir el altavoz sin que se distorsione el sonido, mientras que la potencia pico (peak power) es el nivel de potencia más alto que puede manejar. Esta última se mide en intervalos extremadamente cortos, pues no es una potencia que se pueda sostener sin que se dañe el equipo.
Por lo anterior, es importante que siempre se fije en la potencia RMS, pues es un valor más diciente y comparable. Aunque este dato, expresado en vatios (W), le permite comparar equipos, una potencia alta no necesariamente se verá reflejada en un mayor volumen o una mejor calidad de sonido, pues entran a jugar otras variables como la impedancia, el rango de frecuencia, la direccionalidad del sonido, e incluso, los materiales.
Si lo que busca es contar con un buen sonido al momento de escuchar música en su sala, podría invertir en barras de sonido. Estos dispositivos le sacan provecho al audio del televisor o pc, no ocupan mucho espacio y pueden conectarse a otros dispositivos. Son una opción que, en términos de tamaño, podrían estar en la mitad entre un equipo fijo y menos portátil y uno más pequeño y con menor desempeño (pero que puede meterse en un morral, por ejemplo).
En el segmento de barras de sonido hay varios equipos de todas las gamas, dependiendo del presupuesto y las necesidades del usuario. Si quiere una calidad básica, puede optar por sistemas de sonido 2.0 y 2.1, que son más económicos y realzan el sonido del televisor sin mayores modificaciones.
Si en cambio se busca un sonido estéreo y envolvente, expertos recomiendan inclinarse por sistemas 5.1 e intentar que venga con un subwoofer incorporado, lo que realzará los bajos y le dará fuerza a la banda sonora que se esté reproduciendo. También sube los precios de compra y, en cierta medida, las complejidades de instalación (suelen requerir más espacio, por ejemplo):
Asegúrese también de que la barra admita varios formatos de audio y cuente con conexión HDMI, esencial para poder conectarla a la mayoría de televisores del mercado. También resultará bastante útil que cuente con conexión Bluetooth y entradas como el ‘Jack’ de 3,5mm para conectar celulares, aunque todo depende de sus necesidades.
Actualmente hay varias empresas que venden conjuntos de cine en casa compuestos por una barra de sonido, altavoces de suelo y uno o más subwoofers para garantizar un sonido envolvente. Es una alternativa más práctica y fácil de instalar que algunos sistemas de sonido clásicos.
Aunque probablemente los más gomosos se inclinaría por tener un receptor A/V (que procesa las señales de audio y video y varía el balance de tonos graves y agudos) más un conjunto de altavoces de calidad. Esta última opción entrega más control y posibilidades de manipulación del sonido, pero también sube considerablemente los precios y requiere de un usuario que sepa qué quiere y cómo lograrlo.