Lo primero que me preguntan cuando recomiendo un buscador de emails es siempre lo mismo: “¿pero de verdad los correos existen o me va a rebotar medio envío?”. En mi experiencia, ninguna herramienta es perfecta; siempre habrá direcciones que cambian o buzones llenos. Pero sí he notado grandes diferencias entre plataformas: algunas me devolvían un montón de correos genéricos tipo info@ y otras sí acertaban con nombres concretos. Por eso empecé a llevar un registro de rebotes por campaña para ver qué tan fiable era cada proveedor.
