Recetas muy fáciles y baratas para cocinar pechuga de pollo

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  • Recetas muy fáciles y baratas para cocinar pechuga de pollo
    1. Pechugas al horno súper jugosas

    Ingredientes

    Para 2 personas
    • Pechuga de pollo2
    • Agua tibia1 l
    • Sal75 g
    • Aceite de oliva virgen extra20 g
    • Zumo de limón5 ml
    • Mostaza de Dijon30 g
    • Pimienta negra molida una pizca
    • Pimentón dulce cucharaditas2
    • Pimentón picante media cucharadita
    • Comino molido media cucharadita
    • Ajo en polvo media cucharadita
    Cómo hacer pechugas de pollo al horno súper jugosas

    Dificultad: Fácil
    • Tiempo total40 m
    • Elaboración10 m
    • Cocción30 m
    • Reposo30 m

    Limpiamos bien las pechugas, retirando las grasa y los tendones, y secamos con papel de cocina. Disolvemos la sal en el agua dentro de un recipiente amplio y sumergimos las pechugas, que queden totalmente cubiertas. Dejamos reposar en la salmuera entre 30 minutos y una hora. Si hace calor, mejor en la nevera. Transcurrido el tiempo de reposo retiramos las pechugas de la salmuera. Colocamos en una fuente de horno, bien secas, y rociamos con el aceite de oliva virgen extra. Añadimos el zumo de limón, la mostaza y una pizca de pimienta negra. Espolvoreamos con el resto de especias (los dos tipos de pimentón, el comino y el ajo en polvo) y frotamos las pechugas por todos lados para que queden bien cubiertas. Introducimos la fuente con las pechugas en el horno, precalentado a 200ºC con calor arriba y abajo, y cocemos durante 25-30 minutos. Volteamos a media cocción para que se hagan de manera uniforme. Retiramos del horno, cortamos en rodajas y servimos inmediatamente.

  • #2
    Pechuga de pollo congelada cocinada en 30 minutos


    El pollo es un gran aliado para cuando queremos mantener una dieta saludable ya que es una carne baja en grasa, en especial cuando elegimos la pechuga. Tanto es así que siempre tengo pechugas congeladas en casa y con ellas puedo preparar una receta deliciosa en menos de 30 minutos, del congelador a la mesa.
    • Ingredientes: Pechugas de pollo congeladas, pan rallado, queso parmesano, cebolla crujiente y pimentón
    • Elaboración: Sacamos las pechugas del congelador y ponemos el horno a precalentar con calor arriba y abajo a 220º. En unos cinco o diez minutos, el horno estará listo para hacer su trabajo. En ese tiempo, vamos a preparar las pechugas para que queden en su punto. Lo primero, las colocamos en la fuente o plancha donde las vayamos a hornear, así, congeladas, directas desde la bolsa. Para que queden jugosas por dentro y con un agradable crujiente especiado en el exterior, vamos a preparar una mezcla de pan rallado, queso parmesano, cebolla crujiente y pimentón, que las protegerá del horneado y a la vez las dejará perfectamente condimentadas. Para que se una bien, añadid un poco de aceite de oliva a la mezcla y removed bien. Podéis usar hierbas aromáticas o cualquier ingrediente de vuestro gusto. Barnizamos un poco las pechugas con aceite de oliva y espolvoreamos nuestra mezcla de condimentos y mezcla de pan. También se puede optar por dar esa capa de "barnizado" con mostaza en lugar de con aceite, si os gusta un sabor más potente. Después, cubrimos las pechugas con la mezcla de pan, queso y especias y apretamos un poco con las manos para que se pegue bien. Metemos las pechugas en el horno cuando estén ya listas para hornear y dejamos que se cocinen hasta dorar la cobertura de pan. Normalmente las pechugas congeladas necesitan un 50% más de tiempo que si estuvieran frescas. En este caso, las tuve 35 minutos en el horno. Ya sabéis que cada casa es un mundo y cada horno tiene sus tiempos pero os sirve de orientación. En todo caso tenéis que verlo en vuestro horno. Para estar seguros de que el interior está bien, comprobamos con una sonda que la temperatura interior en la zona más gruesa del pollo alcance 72º. Tras dejar que reposen las pechugas unos 5 minutos, para que sus jugos se repartan bien en el interior, podemos proceder a cortarlas en rebanadas, sacando cuatro o cinco de cada pechuga. Ya veréis cómo os sorprende tanto su textura jugosa como su exterior crujiente. Y todo en poco más de media hora, desde que las sacamos del congelador hasta que las llevamos a la mesa.
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    • #3
      Jugosas pechugas de pollo con limón y hierbas aromáticas


      Con estas jugosas pechugas de pollo con limón y hierbas aromáticas vais a quedar encantados porque tras una marinada se cocinan en muy poco tiempo, quedando especialmente sabrosas.
      • Ingredientes: 3 pechugas de pollo, hierbas provenzales al gusto, 2 limón, 100 ml de aceite de oliva virgen extra, 100 ml de vino blanco, sal y pimienta al gusto.
      • Elaboración: Limpiamos bien las pechugas enteras de las telillas y restos de hueso que puedan tener y las sazonamos con sal y pimienta. Metemos las pechugas de pollo en una bolsa grande de congelar con cierre y añadimos 100 ml de aceite y 100 ml de vino blanco. Picamos las hierbas de nuestro gusto -yo utilicé albahaca, perejil y cilantro, pero podéis usar cebollino, mejorana, salvia o las que más os gusten- y las introducimos también en la bolsa de congelar. Finalmente cortamos dos limones en rodajas y los introducimos también. Cerramos la bolsa, sacamos el aire y masajeamos para que los limones y las hierbas se distribuyan bien entre las pechugas. Antes de cocinarlo, dejamos el pollo marinando entre dos y cuatro horas dentro de la nevera, para que todos los sabores impregnen las pechugas. En una sartén que aguante bien el fuego, ponemos dos cucharadas de aceite de oliva y comenzamos a dorar el pollo que retiramos de la marinada. Cuando demos la vuelta a las pechugas tras unos siete minutos, añadimos también a la sartén la marinada y tapamos con una tapa de cacerola, dejando que las pechugas terminen de cocinarse por dentro durante otros seis o siete minutos. Así nos quedaran bien cocinadas, doradas por fuera y muy jugosas por dentro. Las llevamos a la mesa en la misma sartén o skillet donde las hemos cocinado para servirlas en cada plato.
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      • #4
        Pechugas de pollo al grill con salsa de whisky y manzana


        Esta elaboración no tiene mucho misterio, solo hay que mezclar la salsa, marinar y cocinar las pechugas en su punto.
        • Ingredientes: Pechuga de pollo, 4, Salsa de soja, 30 ml, Puré de manzana o compota, 100 ml, Chalota, 1, Jengibre fresco rallado (una cucharadita), 1, Diente de ajo grande, 1, Aceite de oliva virgen extra, 5 ml, Whisky, 30 ml, Salsa Barbacoa, 30 ml, Vinagre de manzana, 15 ml, Miel, 15 ml, Cayena, 1, Caldo de pollo o agua, 50 ml
        • Elaboración: Dejar que las pechugas pierdan un poco el frío de la nevera, secar con papel de cocina e introducir en una bolsa de cierre hermético, tipo las de congelación, mejor individualmente. Aplastar un poco con un martillo de carne o un rodillo para ablandarlas y buscar un grosor más uniforme, con cuidado de no romper las bolsas. Picar el diente de ajo muy fino, rallar la chalota y también el jengibre pelado, hasta tener unos 5 ml. Combinar todos los ingredientes en un cuenco y batir ligeramente hasta tener una mezcla homogénea. Repartir la salsa en las bolsas, reservando unos 60 ml en otro recipiente. Masajear el pollo para embadurnar bien y dejar en la nevera como mínimo media hora, mejor unas cuantas más. Descartar la marinada de las bolsas y dejar que el pollo se atempere un poco. Calentar el grill o una buena plancha a buena temperatura, engrasar ligeramente y cocinar el pollo a fuego vivo por ambas caras, hasta dejarlo al punto. Retirar y reservar. Calentar la marinada que hemos guardado con 50 ml de caldo o de agua y un chorrito extra de whisky. Dejar que cueza a fuego lento hasta que espese un poco. Pintar las pechugas con esta salsa y servir.
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