Si deseas que tus labios se vean carnosos, lisos y bien hidratados, lo ideal será que busques un hueco en tu agenda semanal para llevar a cabo una completa exfoliación de los labios. Una vez a la semana será suficiente para empezar a notar los efectos y tener una boca más bonita y sensual.
El objetivo de la exfoliación es eliminar por completo las pieles y células muertas de los labios, dejándolos renovados y listos para evitar la aparición de grietas, heridas y sequedad. Además de recurrir a los cosméticos exfoliantes específicos para labios, tenemos la posibilidad de llevar a cabo un excelente peeling en casa con la ayuda de algunos productos naturales. A continuación, te mostramos cómo hacer exfoliantes labiales caseros. ¡Una opción muy eficaz y económica!
El azúcar es, de entre todos, el exfoliante natural más popular que existe para el rostro y cuerpo, siendo perfecto también para los labios. Una solución estupenda es combinar el azúcar con un poco de miel, ya que ésta contiene propiedades terapéuticas muy beneficiosas para la piel frágil de los labios. Mezcla ambos ingredientes, aplica la pasta resultante sobre los labios con la yema del dedo y masajea con movimientos circulares para eliminar todas las pieles muertas.
También puedes preparar otros exfoliantes mezclando el azúcar con aceite de oliva o aceite de almendras, ambos son ideales para reparar y regenerar la piel de los labios.
Otro estupendo ingrediente natural que te servirá para exfoliar los labios en casa es el café molido, pues su grano fino es magnífico para dejar la piel suave y radiante. Para hacer el exfoliante casero, mezcla una cucharada de café con una de aceite de oliva. Masejea tus labios con la mezcla y deja que repose unos minutos antes de retirar. ¡Notarás como tus labios se ven hidratados en poco tiempo!
Quizá el aliado más famoso en la exfoliación de labios es el cepillo de dientes. De hecho, un cepillo de dientes de cerdas suaves puede resultar útil para frotar los labios y deshacernos de todos los pellejitos sobrantes. Este es un truco eficaz pero que debe realizarse con suavidad para no dañar los labios.
Una vez has exfoliado tus labios, llega el turno de la hidratación. Este es un paso que no debes pasar por alto. Tras los tratamientos anteriores, es fundamental aplicar un bálsamo labial hidratante o reparador para que los labios queden bien nutridos y extra suaves.