Al chequearnos periódicamente podemos saber cómo estamos de salud, qué nos conviene mejorar en el día a día, qué debemos evitar y, por supuesto, qué debemos mantener en el tiempo para que nos siga brindando beneficios.
Muchas veces ocurre que una persona conoce su estado de salud, pero no sabe qué pruebas solicitar. Por supuesto, cada una depende del estado de salud, sexo y la edad de los pacientes. Un chequeo general debería incluir al menos lo siguiente:
Los jóvenes de menos de 35 años que no presenten síntomas no deben dejar pasar más de dos años sin realizarse un chequeo, sobre todo si hay antecedentes de alguna enfermedad en la familia. Además de los ya citados, hay otros estudios de importancia que se deben tener en cuenta. Entre los más comunes están los siguientes.
Muchas veces ocurre que una persona conoce su estado de salud, pero no sabe qué pruebas solicitar. Por supuesto, cada una depende del estado de salud, sexo y la edad de los pacientes. Un chequeo general debería incluir al menos lo siguiente:
- Control de peso.
- Electrocardiograma.
- Marcadores tumorales.
- Análisis de orina completo.
- Control de presión arterial.
- Radiografía de tórax de frente.
- Ecografía abdominal, renal y tiroidea.
- Prueba ergométrica de 12 derivaciones con oximetría.
- Análisis sanguíneos para chequear ciertas funciones clave: hemograma completo, hepatograma completo, inograma, función renal, glucemia y hemoglobina glucosilada, perfil lipídico básico, perfil tiroideo, serología para infecciones virales.
- Prueba de función respiratoria: espirometría con y sin broncodilatadores y curva flujo volumen con y sin broncodilatadores.
Los jóvenes de menos de 35 años que no presenten síntomas no deben dejar pasar más de dos años sin realizarse un chequeo, sobre todo si hay antecedentes de alguna enfermedad en la familia. Además de los ya citados, hay otros estudios de importancia que se deben tener en cuenta. Entre los más comunes están los siguientes.