1. Lo primero que debes hacer, es limpiar muy bien tu rostro, cuidando que quede libre de maquillaje o restos de cremas utilizadas durante el día. Lava tu cara con agua y jabón o aplica en él tus mejores toallitas.
2. Toma una mota de algodón y úntala con agua oxigenada. Luego, aplícala en las zonas de tu rostro que estén siendo invadidas por vellos inoportunos.
3. Una vez realizado lo anterior, sal al jardín. Es importante que las áreas en que aplicaste el agua oxigenada sean expuestas a la luz solar. Lo normal es que sientas algo de escozor; pero si éste se vuelve insoportable, retira de inmediato el líquido de tu rostro.
4. Tras la aplicación de agua oxigenada y posterior exposición solar, lava tu cara con abundante agua fría, cuidando de retirar todo rastro de agua oxigenada. Este líquido habrá decolorado tus vellos faciales, efecto que podrás notar de manera inmediata. Es fundamental que tras la operación, te apliques un buen hidratante para mantener tu piel humectada y protegida.
¡Mucho ojo!, ya que antes de intentar este tratamiento, debes considerar que tu piel se encuentre completamente sana, sin irritaciones ni heridas y que los días posteriores a la decoloración no te expongas al sol sin un buen protector (mínimo, FPS 15). También es menester que evites el contacto del agua oxigenada con los ojos. Si casualmente lo hubiese, enjuaga inmediatamente.
2. Toma una mota de algodón y úntala con agua oxigenada. Luego, aplícala en las zonas de tu rostro que estén siendo invadidas por vellos inoportunos.
3. Una vez realizado lo anterior, sal al jardín. Es importante que las áreas en que aplicaste el agua oxigenada sean expuestas a la luz solar. Lo normal es que sientas algo de escozor; pero si éste se vuelve insoportable, retira de inmediato el líquido de tu rostro.
4. Tras la aplicación de agua oxigenada y posterior exposición solar, lava tu cara con abundante agua fría, cuidando de retirar todo rastro de agua oxigenada. Este líquido habrá decolorado tus vellos faciales, efecto que podrás notar de manera inmediata. Es fundamental que tras la operación, te apliques un buen hidratante para mantener tu piel humectada y protegida.
¡Mucho ojo!, ya que antes de intentar este tratamiento, debes considerar que tu piel se encuentre completamente sana, sin irritaciones ni heridas y que los días posteriores a la decoloración no te expongas al sol sin un buen protector (mínimo, FPS 15). También es menester que evites el contacto del agua oxigenada con los ojos. Si casualmente lo hubiese, enjuaga inmediatamente.