¿Soy el único que tiene la sensación de que, durante los días festivos en México, las tragamonedas son muy generosas o, por el contrario, parecen estar «cerradas»? Ya he notado varias veces algunas fluctuaciones extrañas: a veces llueven los bonos, y otras veces hay un silencio sepulcral. ¿Existen estadísticas al respecto o es algo puramente subjetivo? Sería interesante comparar observaciones.
