Qué material elegir para la ropa interior?
Han transcurrido siglos desde las primeras prendas interiores de lino, utilizadas por las clases altas de remotas civilizaciones. Y a lo largo de este tiempo han variado los usos, los modelos, los gustos estéticos y, por supuesto, los materiales. Hoy en día la variedad es infinita. Por eso es importante informarse antes de escoger.
Ropa interior de algodón
A la hora de elegir el material para la ropa interior, muchas personas se inclinan por prendas elaboradas con tejidos de origen natural. Aquí se engloba la ropa interior realizada en algodón, ya que este es un material extraído de la naturaleza. En concreto, pertenece a las fibras que provienen del reino vegetal, del mismo modo que sucede con el lino o el cáñamo. Aunque también es muy común recabar las materias primas en el reino animal, como es el caso de la lana o la seda.
El algodón mantiene su título indiscutible como el mejor material para la ropa interior
Las fibras naturales destacan porque no precisan tratamientos para transformarse o descomponerse, y pueden hilarse directamente. Pero, a pesar de estos factores en común, no todos los tejidos de origen natural son adecuados para fabricar ropa interior. Por ejemplo, el lino no tiene elasticidad y además tiende a encoger. Y, en el caso de la seda, su precio inicial unido a las dificultades para cuidar el tejido, la convierten en una alternativa poco eficiente para su uso cotidiano.
Por otra parte, la lana tiene la facultad de absorber la humedad sin que lleguemos a notarla en nuestra piel. Pero, al igual que sucede con la seda, su cuidado es complicado. En cambio, el algodón presenta ciertas características que lo han llevado a ser el material para la ropa interior más común y utilizado en todo el mundo.
Ropa interior de fibra sintética
Cuando hablamos de fibras sintéticas nos estamos refiriendo a tejidos fabricados de forma artificial por el ser humano, utilizando productos químicos en el proceso. En el caso de las prendas interiores, los tejidos más comunes son el elastano, la poliamida y, por encima de estos, el poliéster.
La poliamida presenta una resistencia mucho mayor que la del poliéster o del algodón, y además es altamente elástica. En su contra diremos que tarda más en secar, por eso se utiliza por separado, sin mezclar con otros tejidos.
El poliéster es un material fácil de lavar que no tiende a encoger. Además, también juegan a su favor otros dos factores: no retiene la humedad y resulta muy elástico, lo que le aporta un plus de comodidad y confort, sobre todo para ropa interior deportiva.
El elastano puede definirse como un aliado, tanto en su combinación con las fibras sintéticas como con las naturales. Su inclusión como parte del material de la ropa interior se orienta a sumar elasticidad a las prendas, para dotarlas de mayor comodidad y ajuste a los contornos del cuerpo. Solo con decir que puede llegar a estirarse hasta 6 veces su longitud, puedes hacerte una idea de su enorme adaptabilidad.
A la vista de todas estas explicaciones, es fácil entender por qué, en muchas ocasiones, se utilizan mezclas de varias de estas fibras. Esta es la manera de aprovechar las mejores características de cada una para conseguir el mejor material para la ropa interior.
Ropa interior de fibras manufacturadas
La fibra manufacturada también es un tipo de fibra artificial, pero al contrario de las anteriores, esta es extraída de la naturaleza. En concreto, se obtiene de la celulosa de los árboles y después se trata con un proceso químico.
Una de las fibras manufacturadas más conocidas es el rayón, la actual viscosa. A pesar de su comodidad y su sencillo lavado, lo cierto es que consume demasiados recursos para ser considerada como un buen material para la ropa interior. Lo mismo sucede con el modal o el bambú, ambas fibras manufacturadas, pero no óptimas para fabricar ropa interior. En el primer caso, por su alto coste; en el segundo, por la tendencia a perder pronto su forma.
Y entonces, ¿cuál elijo?
El algodón mantiene su título indiscutible como el mejor material para la ropa interior. Y esto es así por distintas razones. La primera y más importante es la salud, ya que el algodón es un tejido que facilita la absorción y evita la humedad. Además, se trata de un tejido hipoalergénico. Por lo tanto, si tienes una piel sensible o atópica, el algodón te asegura una experiencia libre de irritaciones y eccemas, es decir, es un tejido perfecto para evitar rozaduras. De hecho, la ropa interior de algodón para evitar infecciones es una de las mejores opciones.
A estas características hay que sumar la suavidad que se percibe en el contacto del tejido de algodón con la piel, por lo que se trata de una alternativa muy cómoda y agradable. Pero las ventajas del algodón no terminan aquí.
La sostenibilidad es una característica cada vez más puesta en valor con la popularización del algodón orgánico. Un algodón cultivado de forma ecológica, cuya producción debe contar con unas certificaciones muy concretas, y en cuyo procesado no interviene ningún tipo de químico.
Como ves, existen muchos tejidos para ropa interior, pero el algodón presenta las mejores características. Comodidad, resistencia, higiene, y sostenibilidad definen a este tejido y lo convierten en la opción elegida por la mayoría para las prendas interiores masculinas.
Han transcurrido siglos desde las primeras prendas interiores de lino, utilizadas por las clases altas de remotas civilizaciones. Y a lo largo de este tiempo han variado los usos, los modelos, los gustos estéticos y, por supuesto, los materiales. Hoy en día la variedad es infinita. Por eso es importante informarse antes de escoger.
Ropa interior de algodón
A la hora de elegir el material para la ropa interior, muchas personas se inclinan por prendas elaboradas con tejidos de origen natural. Aquí se engloba la ropa interior realizada en algodón, ya que este es un material extraído de la naturaleza. En concreto, pertenece a las fibras que provienen del reino vegetal, del mismo modo que sucede con el lino o el cáñamo. Aunque también es muy común recabar las materias primas en el reino animal, como es el caso de la lana o la seda.
El algodón mantiene su título indiscutible como el mejor material para la ropa interior
Las fibras naturales destacan porque no precisan tratamientos para transformarse o descomponerse, y pueden hilarse directamente. Pero, a pesar de estos factores en común, no todos los tejidos de origen natural son adecuados para fabricar ropa interior. Por ejemplo, el lino no tiene elasticidad y además tiende a encoger. Y, en el caso de la seda, su precio inicial unido a las dificultades para cuidar el tejido, la convierten en una alternativa poco eficiente para su uso cotidiano.
Por otra parte, la lana tiene la facultad de absorber la humedad sin que lleguemos a notarla en nuestra piel. Pero, al igual que sucede con la seda, su cuidado es complicado. En cambio, el algodón presenta ciertas características que lo han llevado a ser el material para la ropa interior más común y utilizado en todo el mundo.
Ropa interior de fibra sintética
Cuando hablamos de fibras sintéticas nos estamos refiriendo a tejidos fabricados de forma artificial por el ser humano, utilizando productos químicos en el proceso. En el caso de las prendas interiores, los tejidos más comunes son el elastano, la poliamida y, por encima de estos, el poliéster.
La poliamida presenta una resistencia mucho mayor que la del poliéster o del algodón, y además es altamente elástica. En su contra diremos que tarda más en secar, por eso se utiliza por separado, sin mezclar con otros tejidos.
El poliéster es un material fácil de lavar que no tiende a encoger. Además, también juegan a su favor otros dos factores: no retiene la humedad y resulta muy elástico, lo que le aporta un plus de comodidad y confort, sobre todo para ropa interior deportiva.
El elastano puede definirse como un aliado, tanto en su combinación con las fibras sintéticas como con las naturales. Su inclusión como parte del material de la ropa interior se orienta a sumar elasticidad a las prendas, para dotarlas de mayor comodidad y ajuste a los contornos del cuerpo. Solo con decir que puede llegar a estirarse hasta 6 veces su longitud, puedes hacerte una idea de su enorme adaptabilidad.
A la vista de todas estas explicaciones, es fácil entender por qué, en muchas ocasiones, se utilizan mezclas de varias de estas fibras. Esta es la manera de aprovechar las mejores características de cada una para conseguir el mejor material para la ropa interior.
Ropa interior de fibras manufacturadas
La fibra manufacturada también es un tipo de fibra artificial, pero al contrario de las anteriores, esta es extraída de la naturaleza. En concreto, se obtiene de la celulosa de los árboles y después se trata con un proceso químico.
Una de las fibras manufacturadas más conocidas es el rayón, la actual viscosa. A pesar de su comodidad y su sencillo lavado, lo cierto es que consume demasiados recursos para ser considerada como un buen material para la ropa interior. Lo mismo sucede con el modal o el bambú, ambas fibras manufacturadas, pero no óptimas para fabricar ropa interior. En el primer caso, por su alto coste; en el segundo, por la tendencia a perder pronto su forma.
Y entonces, ¿cuál elijo?
El algodón mantiene su título indiscutible como el mejor material para la ropa interior. Y esto es así por distintas razones. La primera y más importante es la salud, ya que el algodón es un tejido que facilita la absorción y evita la humedad. Además, se trata de un tejido hipoalergénico. Por lo tanto, si tienes una piel sensible o atópica, el algodón te asegura una experiencia libre de irritaciones y eccemas, es decir, es un tejido perfecto para evitar rozaduras. De hecho, la ropa interior de algodón para evitar infecciones es una de las mejores opciones.
A estas características hay que sumar la suavidad que se percibe en el contacto del tejido de algodón con la piel, por lo que se trata de una alternativa muy cómoda y agradable. Pero las ventajas del algodón no terminan aquí.
La sostenibilidad es una característica cada vez más puesta en valor con la popularización del algodón orgánico. Un algodón cultivado de forma ecológica, cuya producción debe contar con unas certificaciones muy concretas, y en cuyo procesado no interviene ningún tipo de químico.
Como ves, existen muchos tejidos para ropa interior, pero el algodón presenta las mejores características. Comodidad, resistencia, higiene, y sostenibilidad definen a este tejido y lo convierten en la opción elegida por la mayoría para las prendas interiores masculinas.